martes, 24 de diciembre de 2013

Lo concebido

No suele llegar por casualidad… o si. Lo concebido dícese de aquello o de aquel que ha sido engendrado, fecundado. Lo concebido, si llega a ser asumido y aceptado se abre camino por sí solo. Y si llega a ser amado se convierte en motor, motivación y fuente. Cierto que se puede malograr, ignorar o incluso eliminar, pero… siempre queda la certeza de que se tuvo algo dentro. En la Palabra está escrito: “Concebirás en tu vientre…” le dijo Él a través del mensajero. Y Él también puso los medios.