Lo pensado está mucho más adentro de ti mismo de lo que piensas. Así que trata tu mente con esmero y dirígela hacia el bien. Ya que si lo que piensas, aunque sea acerca de otra persona, es negativo, la persona más dañada vas a ser siempre tú. Por tanto, toma el control de tu mente y no la ocupes en ningún momento para frivolidades. Asegúrate de que no te lleve a senderos equivocados. Úsala siempre para mejorar tu vida y la de quienes te rodean. La mente es una fuente inagotable de energía.