lunes, 10 de marzo de 2014

Lo frágil

No hay nada más frágil que una semilla, o una idea, o una ilusión… pero quizá no exista tampoco nada más poderoso. Una sola idea o una sola ilusión basta para cambiar una vida. Por eso, el que tiene mente y talante de sembrador sigue sembrando, aún a sabiendas de que todo lo que siembra no va a dar cosecha, o no dará la cosecha deseada. Él siembra a fondo perdido, con la esperanza de que su preciosa semilla caiga en algún corazón sin asfalto, en alguna cabeza sin pájaros, o en unos oídos sin tapar. Algo así lo dijo Él: “salió un sembrador a sembrar…”