Mucha importancia tiene el dinero y los bienes y lo que con él se adquiere, sin embargo las mejores cosas de la vida, y las que verdaderamente reportan felicidad son siempre gratuitas. Y además, no escasean. Respirar el aire fresco, estar con los seres que quieres, ver como crece una planta, bañarte en un río, observar el agua discurrir por un barranco, contemplar un atardecer, escuchar los sonidos de la naturaleza, ver como las hormigas llevan esa carga inmensa, oler una flor, plantar un árbol, un abrazo, una grata conversación… ¡Todo, todo gratis, y… para siempre!