martes, 7 de enero de 2014

Lo dicho

Lo dicho, lo hablado, lo conversado, lo publicado… la palabra, indefinitiva, es la puerta entre nuestro mundo interior y los demás. La palabra rompe las rejas de la prisión interior y posibilita la libertad del encuentro. La palabra es creadora de sueños, de ilusiones, de proyectos. La palabra modifica conductas, despierta apetitos, suscita vocaciones. La palabra es una fuente inagotable de creación. Pero ¡cuidado! tiene tanto poder que en bocas imprudentes... Así lo dice la Palabra: “Al que mide sus palabras le irá bien”.