Para llegar al día de hoy has tenido que remar mucho, trabajar bastante, fracasar algunas veces, sufrir de vez en cuando, remontar casi siempre… Has hecho mil y una cosas, has cruzado dos mil y un valles, has vadeado tres mil y un ríos… Es tanto lo que has vivido que difícilmente se podría cuantificar. En el mercado de la vida no tiene precio. ¡Ahora es el momento de seguir avanzando!. Acuérdate de lo que Él dijo: “el que pone la mano en el arado y mira hacia atrás no es digno…”