La oración es como la zona verde del alma, donde se respira nuevo y limpio, donde se encuentra sosiego y paz. La oración es ponerse ante el Hacedor como papel en blanco y desnudo para que sea Él quien me escriba. La oración no es presentarse ante Él ya escrito y vestido con los pareceres y opiniones ya puestas. La oración elimina coágulos, limpia, da salud, vigoriza el ánimo, fortalece la fe, estimula