miércoles, 16 de abril de 2014

Lo orado

La oración es como la zona verde del alma, donde se respira nuevo y limpio, donde se encuentra sosiego y paz. La oración es ponerse ante el Hacedor como papel en blanco y desnudo para que sea Él quien me escriba. La oración no es presentarse ante Él ya escrito y vestido con los pareceres y opiniones ya puestas. La oración elimina coágulos, limpia, da salud, vigoriza el ánimo, fortalece la fe, estimula la voluntad. Es también y, sobre todo, el abono del trabajo, el que lo fertiliza. Y es ver las cosas de otra manera, de la manera del Otro.